La nueva veta significa la incursión de la paraestatal a la exploración en aguas marítimas profundas, actividad que por falta de presupuesto quedó rezagada durante varios años.

De acuerdo con información de Pemex, hasta 2002 los descubrimientos más profundos en el golfo de México se ubicaron en 380 metros, nivel que contrasta con las incursiones que en la misma zona realizaron empresas como Exxon, Petrobras, Chevron y Shell, a una profundidad que varía de mil 400 hasta 3 mil metros, en algunos casos desde 1999.

Estimaciones preliminares señalan que el nuevo pozo, que se denomina Nab 1 y se localiza en la Sonda de Campeche. Tiene un potencial de hasta 100 millones de barriles de petróleo crudo, pero se estableció una media de 49 millones de barriles al año. Actualmente la producción diaria de Pemex es de 4 millones de barriles.

La empresa responsable del hallazgo es la estadounidense Diamond Offshore Drilling, que obtuvo el contrato mediante una licitación pública, que utilizó una plataforma sumergible para realizar los trabajos de exploración y perforación. Se calcula que el costo del nuevo pozo ascenderá a 550 millones de dólares, adicionales a los 45 millones de dólares que se invirtieron sólo en los estudios previos del Nab 1.

A partir de 2002 se reactivaron en Pemex las inversiones en este segmento y permitieron identificar 186 oportunidades exploratorias de las cuales 19 son localizaciones aprobadas. Estas oportunidades exploratorias tienen un potencial que varía entre 9 mil 100 millones y 18 mil 500 millones de barriles, con una media de 13 mil 450 millones de barriles de petróleo crudo, el doble de las reservas probadas actuales.

Alternativas

El programa de actividades de Exploración y Producción de la paraestatal detalla que en el tercer trimestre de 2005 se iniciará la perforación en aguas con una profundidad mayor a mil metros en la Sonda de Campeche y en Coatzacoalcos. Para este proyecto se analiza una serie de alternativas para asociarse con terceros, como los "contratos alianza", donde Petróleos Mexicanos cede a una empresa el derecho de extraer el hidrocarburo a cambio de una parte de la producción.

Este esquema podría aplicarse también en la explotación de un yacimiento transfronterizo con un potencial de más de 3 mil millones de barriles de petróleo ubicado en el golfo de México, en una zona limítrofe de México con Estados Unidos.